La carne de buey, de sabor, jugosidad y valores nutricionales únicos, constituye un manjar indiscutible para los apasionados de la carne. La cuidada alimentación de estos animales, junto con el largo tiempo necesario para su correcta cría, le confieren a la carne una mayor proporción de ácidos grasos insaturados, aminoácidos esenciales, proteínas y vitaminas como la b12.